Las hormonas que se producen durante el embarazo pueden afectar el sistema gastrointestinal de la mujer, provocando síntomas como náuseas, vómito y estreñimiento. La náusea y el vómito son trastornos frecuentes, especialmente al inicio de la gestación, y pueden afectar del 50 al 90% de los embarazos. Estudios han mostrado que las hormonas como la gonadotropina coriónica humana, los estrógenos y la progesterona están involucrados en el origen de estos síntomas.
A medida que el embarazo progresa, el útero crece provocando cambios mecánicos; el estómago se desplaza hacia arriba aumentando la presión intragástrica, lo que puede provocar el aparecimiento de las náuseas y vómitos. Además, también existe una relajación muscular intestinal producto de las hormonas, que predispone al desarrollo de estreñimiento y distensión abdominal, lo cual puede verse empeorado por los hábitos alimentarios y el sedentarismo. Las siguientes recomendaciones dietéticas representan una guía para las gestantes, y tienen por finalidad mejorar la sintomatología gastrointestinal durante este período.
Náuseas y vómitos
Pueden presentarse durante el primer trimestre de embarazo, y son los síntomas gastrointestinales más frecuentes. De acuerdo con investigaciones de la Organización Mundial de la Salud existen prácticas dietéticas seguras para aliviar esta sintomatología, como por ejemplo:
- Beber té de jengibre, té de menta o té de manzanilla, la frecuencia de consumo recomendada es de 2 a 3 veces al día. El consumo de jengibre diario no debe superar el 1 gramo.
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Fraccionar la dieta en 5 a 6 tomas al día en cantidades pequeñas que pueden ser consumidas cada 2 o 3 horas. Las grandes cantidades de alimentos aumentan las náuseas y/o vómitos.
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Consumir alimentos fríos o a temperatura ambiente. Las comidas calientes empeoran las náuseas.
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La vitamina B6 puede mejorar esta sintomatología, por ello es importante incluir diariamente alimentos fuente de esta vitamina como el salmón, las lentejas, las vainitas, los bananos y el aguacate.
Estreñimiento
Se calcula que alrededor de un tercio de las embarazadas lo padecen, puede presentarse durante todo el embarazo, y se ha visto que es más frecuente en mujeres que han tenido varios embarazos que en aquellas que están cursando su primera gestación. En estos casos se recomienda:
- Durante el primer trimestre mantener una ingesta de agua diaria de alrededor de 2 litros, y a partir del segundo trimestre aumentar 300 ml, es decir, un total de 2.3 litros de agua diarios aproximadamente. Es importante que la cantidad de agua consumida sea proporcional a las pérdidas provocadas por climas cálidos y la práctica de actividad física.
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Hacer ejercicio físico regularmente, como caminar, nadar o yoga.
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Incluir fibra dietética en la alimentación, la recomendación es de 14 gramos de fibra por cada 1000 kcal de la dieta. En términos generales se recomienda de 20 a 35 gramos al día.
Las frutas y vegetales aportan alrededor de 4-5 gramos de fibra soluble por porción. La inclusión de fibra en la alimentación debe ser gradual, y para alcanzar los objetivos de consumo se puede utilizar alimentos o suplementos nutricionales como los módulos de fibra. Los alimentos ricos en fibra son frutas con piel, verduras con piel, el salvado de trigo, etc. El módulo de fibra que se deba consumir dependerá de la sintomatología que presente la gestante, por ello para su recomendación es necesario una valoración nutricional con un profesional.
Escrito por:
Ana Valeria Valencia
NUTRICIONISTA CLÍNICA
Telf: 0984544550
Correo: avalencia.nutricion@gmail.com
Instagram: @av.nutricion_
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